Los documentos históricos pueden ser frágiles y deben ser manipulados con delicadeza. Para estudiar la composición del papel o de la tinta, los historiadores usan técnicas no destructivas, como la fluorescencia de rayos X (XRF). La fluorescencia de rayos X (XRF) proporciona resultados químicos del material, lo que ayuda a los investigadores a comprender de qué están compuestos los documentos, especialmente su tinta. Cabe agregar que esta técnica es rápida; por lo tanto, los investigadores pueden escanear una amplia área de forma rápida.
Historiadores del Instituto de Historia de Saint Petersburgo y la Academia de Ciencias de Rusia usaron un analizador XRF portátil Vanta™ para arrojar luz en sus estudios llevados sobre manuscritos antiguos.
La era de la tinta en la antigüedad
La composición de la tinta y los sellos de un documento dado puede proporcionar muchas pistas sobre el período histórico al cual pertenece. Debido a que la tecnología de pigmentos cambió a través de los años, se usaron diferentes sustancias para hacer tintas. Al analizar la composición química de una tinta, es posible deducir los compuestos que fueron empleados y, por consiguiente, su período de producción.
La composición de un pigmento puede diferir según la ubicación de origen y el método de fabricación. Por ejemplo, el cinabrio (HgS) fue usado para otorgar el color rojo a los sellos de cera o a las tintas. En el siglo XIV, el cinabrio artificial se volvió muy común. Los procesos de fabricación para producir cinabrio artificial empleaban potasio; por lo tanto, la presencia de potasio con cinabrio en una tinta indica una época más actual del manuscrito. Pero, como el cinabrio era caro, era reemplazado con pigmentos más económicos, como el plomo rojo (tetróxido de plomo) o el óxido de hierro, incluso en textos históricos. Identificar estos pigmentos económicos en un documento ayuda a los investigadores a determinar la época y calidad del documento histórico.
Ensayo en un sello de cera con un analizador VantaRevelación de textos ocultos
Otra aplicación interesante al usar la fluorescencia de rayos X es poder identificar textos que han sido borrados o refundidos (escritos nuevamente). Antes de la introducción de la fluorescencia de rayos X, los investigadores debían escanear meticulosamente documentos completos para hallar áreas con textos borrados. En cambio, el uso de los analizadores XRF portátiles les permite identificar áreas en donde se ha suprimido probablemente texto y en las cuales pueden enfocarse. Cuando un documento es escrito o estampado, la tinta, que puede contener elementos como el hierro, mercurio o plomo, penetra profundamente en el pergamino. Cuando el texto es borrado, estos elementos permanecen ocultos, incluso si el texto ya no es visible. Los analizadores XRF portátiles permiten a los investigadores escanear rápidamente los documentos en busca de estos elementos, que a su vez guían la identificación de áreas donde existe texto oculto. Después de que el área es identificada, se usan técnicas de laboratorio más detalladas y lentas para recuperar el texto que se quiso borrar en un primer momento.
En busca de textos ocultos en un documento
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