Los detectores de defectos más modernos incorporan procesamientos digitales de señal en lugar de procesamientos analógicos. Mientras los equipos analógicos siguen en uso, el procesamiento digital de microprocesador hoy es el estándar industrial para detectores de defectos portátiles. Entre sus mayores beneficios destacan:
La precisión y la repetibilidad de las configuraciones de ensayo (almacenables para una consulta rápida).
La estabilidad de la linealidad horizontal y vertical (ninguna deriva de tiempo o temperatura).
La precisión digital durante las mediciones de amplitud, profundidad y distancia, en las cuales se incluyen cálculos trigonométricos en ensayos de haz angular.
El filtro digital que puede optimizar la resolución superficial y la relación entre la señal y el ruido durante aplicaciones de alta ganancia.
La congelación del A-scan (forma de onda), la capacidad de memoria de picos y las funciones de ampliación y disminución para efectuar análisis más fáciles.
La rápida y fácil implementación de técnicas de dimensionamiento como las curvas DAC, TVG y DGS.
La herramienta informática Registrador de datos para almacenar representaciones y mediciones en la tarjeta de memoria interna o en la tarjeta de memoria extraíble.
La comunicación USB para descargar datos de inspección en PC y almacenarlos para análisis posteriores.
La ventaja potencial del procesamiento analógico, en algunos casos, es la frecuencia de refresco de pantalla y de adquisición de pantalla más rápida.